Otro cumpleaños que os quería enseñar fue el que le preparé a mi hija Laura en marzo. Fue todo un reto para mi, sobre todo en lo que respecta a los cupcakes de fondant, que, hasta ahora, han sido los más laboriosos que he preparado nunca. Aunque valió la pena el trabajo.
Los cake pops que tanto gustan a los amigos de Laura.
Cada cupcake se convirtió en una mini obra de arte...que daba pena comerse pero que al final no recibieron el indulto.
No sabría decir cuál me gusta más de todos...yo creo que todos por igual.....
Me parecen los cupcakes más bonitos que he hecho nunca.
Las galletas llevan glasa y papel de azúcar, y están envejecidas por los lados con colorante en polvo color cacao para darle un aspecto más vintage.
La tarta al final no la cubrí con fondant, sólo con ganache de chocolate, y lleva detalles en papel de aúcar y una flor hecha con pasta de goma.
Los merengue pops que quedan muy bonitos en cualquier recipiente.
Los niños arrasaron con todo...no dejaron nada, como era de esperar...y para eso está, no creéis?
Lidia.